Se trata de una escultura en mármol realizada por Gian Lorenzo Bernini, una de las figuras más representativas del periodo Barroco, pues no sólo fue un escultor extraordinario, equiparable a Miguel Ángel, sino además un excelente arquitecto y una de las figuras más importantes de toda la Historia del arte.
La pieza responde a las características que definen el arte Barroco, pues está definida por su sentido del movimiento, su expresividad y la exageración un poco teatral que demuestran sus personajes.
En esta obra es muy importante conocer el tema que se representa, lo que se llama la iconografía, porque así valoraremos mejor el trabajo artístico. Es un tema mitológico, es decir que tiene que ver con la mitología clásica, la de Grecia y Roma. Se representan dos personajes: Apolo, Dios de la belleza, y Dafne, una ninfa maravillosa amada por Apolo. Pero el amor no es correspondido, es más, sobre ella cae la maldición impuesta por su padre de que si el dios la toca, la bella muchacha se transformará en una planta de laurel. Pero Apolo no puede reprimir su deseo por tomarla y la acosa insistentemente, hasta que finalmente la alcanza y en ese momento se consuma la maldición.
Justo es ese instante el que representa Bernini en su escultura, procurando reproducir el momento justo en el que se materializa la transformación de la muchacha en planta. Por eso tiene tanta importancia en esta escultura la representación del movimiento y la expresividad de los personajes, que no salen de su asombro, Apolo de ver cómo su amada se ha transformado en árbol, y ella de sentir su metamorfosis.
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